Como pudimos darnos cuenta con el ejemplo anterior, en el acto perlocutivo positivo Juan consiguió lo que quería de Pedro: obtener la chaqueta de Pedro para arroparse. En cambio, en el acto perlocutivo negativo, pasó todo lo contrario. Pedro contestó con una respuesta que no complacía lo esperado por Juan.
Es por esto que debemos elegir muy bien las palabras cuando emitimos un acto de habla. Debemos tener en cuenta quién será nuestro interlocutor y la intención que tenemos con lo que vamos a decirle. Cuando los actos comunicativos son positivos podemos decir que existe algo llamado éxito comunicativo.
Lenguaje