Esta pintura del autor colombiano Francisco Antonio Cano, representa a dos personajes campesinos. La mujer con su niño en brazos y el hombre con un hacha, su herramienta de trabajo, observan el horizonte desde la cima de una montaña, mientras el hombre señala a lo lejos. Más allá de lo que podemos ver a simple a vista, por medio del lenguaje no verbal, el autor nos cuenta una historia. Aunque la interpretación es subjetiva, podemos llegar al acuerdo de que es una representación de las diferentes funciones domésticas que cumplían los personajes para la época; la mujer dedicada a la maternidad y el hombre al trabajo del campo. El acto de señalar hacia adelante, puede interpretarse como las ansías de progreso y el anhelo de futuro.

Es así que la pintura es un lenguaje no verbal que, por medio del arte, nos cuenta historias de la sociedad en la cual vivimos.