Mucha gente intenta digerir temas complejos de manera lenta y metódica. Subrayan cosas, y releen párrafos diez veces e intentan comprenderlos. Esta técnica puede funcionar en ocasiones, pero mucha gente se desanima y lo deja antes de acabar. Nuestros cerebros odian esta manera de aprender.
En vez de eso, intenta leer todo el material de la manera más rápida posible. No te preocupes si no lo comprendes todo, sólo sigue leyendo, no te preocupes sobre cuánto aprendes. Evita de momento los ejercicios o tests y simplemente continúa avanzando.