La historia del tatuaje, como representación simbólica, se remonta a la Edad de Piedra. En aquel tiempo eran tatuajes muy simples con rayas y puntos; se cree que usaban pequeños huesos para delinear los motivos en la piel.
Los tatuajes tienen significados colectivos e individuales; por ejemplo, hace muchos años en Nueva Zelanda, las personas tenían tatuajes que los diferenciaban según su estatus social. Entre más complejo el tatuaje, mayor era su rango. Tatuar la piel es un lenguaje no verbal completamente cultural, pues del mismo modo que existen culturas para las cuales este arte es una práctica sagrada o mágica, existen otros grupos para los cuales es un pecado, como es el caso del pueblo judío.
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Lenguaje