El equilibrio. Cuando realizamos cualquier actividad física que implique poner en marcha las distintas habilidades que intervienen en la variada gama de deportes que puedes aprender, en mayor o menor medida van a intervenir una cualidad motriz que se conocen como equilibrio y esto es así porque va a incidir de forma determinante, el sistema nervioso central actuando como regulador en la realización de dichas habilidades.
Pongamos un ejemplo para situarnos: estás jugando voleibol y realizas un remate para intentar conseguir un punto para tu equipo. El remate es un gesto de este deporte que implica la habilidad específica de golpear el balón en el aire en un momento preciso y con la intención de que pase al otro lado de la red y toque el suelo en el campo contrario. Para ello deberás poner en acción, de forma coordinada, distintos grupos musculares que te permitan saltar lo suficiente y golpear el balón con suficiente fuerza y precisión.
Asimismo, todos estos movimientos hábiles, tendrás que realizarlos equilibrando tu cuerpo durante todo el recorrido y en el final del mismo, para evitar tocar la red o pisar la línea que delimita ambos campos.
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